Cuando Hewlett-Packard Se separó en noviembre de 2015, no marcó el final de una era, sino que presagió el comienzo de dos pesos pesados de la industria.
La empresa pionera de Silicon Valley se fundó en 1939, pero en un panorama tecnológico en rápida evolución, la decisión de dividirse en dos entidades distintas tenía sentido.
En una entrevista de 2017 con noticias de la BBCla ex directora ejecutiva Meg Whitman explicó que la empresa esencialmente se había vuelto demasiado grande para sus botas. No era lo suficientemente ágil para enfrentarse a un mercado que cambiaba rápidamente.
Sin embargo, esto no fue sólo un intento de cambiar las cosas. En los años anteriores a la división, hubo desafíos.
HPE lo hace solo
HPE se ha establecido firmemente como un actor clave en los dominios de computación en la nube, infraestructura y ahora redes.
Las líneas de productos clave de la empresa, como los servidores ProLiant, los servicios de red de Aruba y las opciones de nube GreenLake, son muy populares. Con la llegada de la IA generativa, la empresa ha girado fuertemente hacia el soporte de infraestructura de IA.
En su último informe trimestral de resultados, la empresa registró “ingresos récord”, según el actual director general Antonio Neri.
Cabe destacar que la empresa adquisición de Juniper Networks también lo ha posicionado como un actor clave en el espacio de redes, preparándolo para una batalla pendiente con Cisco, Delly Broadcom en este dominio.
¿Qué está pasando con HP?
HP todavía se encuentra entre uno de los mayores fabricantes de PC a nivel mundial, según los volúmenes de ventas. Un análisis de IDC de principios de este año situó a la empresa en segundo lugar en este sentido, con una cuota de mercado del 1,9%.
Cabe destacar que la empresa ocupa esta posición desde hace varios años, por detrás de Lenovo, que posee una participación del 24,%.
Con la llegada de las PC con IA, el fabricante ha girado con fuerza para acelerar el desarrollo en este frente junto con sus competidores en el espacio.

















