Pakistán $ 1.5 mil millones Deal: Armas sobre la paz

El teniente piloto general al-Tahir Mohamed al-Awad al-Amin, comandante de la Fuerza Aérea Sudanesa, acompañado por el comandante de la defensa aérea sudanesa y los miembros de la Corporación de la Industria Militar de Sudanes, realizó una visita a Pakistán.
Durante la visita, la delegación se reunió con el Ministro de Defensa paquistaní, el Jefe de la Fuerza Aérea de Pakistán y varios altos funcionarios.
La visita resultó en la corporación de la industria militar de la industria del ejército sudanés firmando un contrato de defensa con Pakistán superior a $ 1.5 mil millones, según Propakistaníque incluye:
10 K-8 Karakorum Entrenador/avión de ataque ligero
20 vehículos aéreos no tripulados SHAHPAR-2 (UAV)
Isaacai-iii uavs
50 MR-10K UAVS
50 ababeel-5 uavs
Motores para mig-21 aviones de combate
150 vehículos blindados ASV Mohafiz
Sistemas de defensa aérea de tipos HQ-9 y HQ-6
Los informes de los medios sugieren que el contrato probablemente sea financiado por un país de terceros, dada su escala significativa. El contrato se considera más evidencia de que el ejército sudanés permanece comprometido con una solución militar al conflicto en curso y no tiene intención de participar en negociaciones.
Mientras tanto, los observadores señalaron que la creciente cooperación de defensa de Sudán-Pakistán llega en un momento en que las relaciones entre Pakistán y Turkey también se están fortaleciendo, particularmente en los campos de la defensa y la fabricación militar, un contexto importante, considerando el conocido apoyo de Turquía para el ejército sudanés.
Los observadores destacan que este acuerdo marca una de las adquisiciones de defensa más grandes en la historia moderna de Sudán, planteando preguntas sobre la fuente de fondos en un momento en que el país está luchando con la guerra civil y el colapso económico.
La escala de la adquisición, particularmente el enfoque en los UAV y los sistemas avanzados de defensa aérea, subraya el deseo de Khtoum de inclinar la dinámica del campo de batalla a su favor en lugar de seguir un acuerdo político.
Dimensiones regionales:
La creciente cooperación de defensa de Sudán -Pakistán no está sucediendo de forma aislada. Coincide con los lazos de fortalecimiento de Pakistán con Turquía en la producción de defensa, un desarrollo que podría crear un eje de defensa triangular que involucra a Ankara, Islamabad y Jartum.
Este triángulo es significativo dado el abierto apoyo político y logístico de Turquía para el ejército sudanés desde el comienzo del conflicto civil en abril de 2023.
Implicaciones estratégicas:
Los analistas argumentan que el acuerdo señala una clara intención del liderazgo militar de Sudán para internacionalizar su esfuerzo de guerra al apoyarse en proveedores y financiadores externos.
El conflicto continuo de Sudán:
Desde abril de 2023, Sudán ha sido envuelto en una brutal guerra civil entre las fuerzas armadas sudanesas (SAF) dirigidas por Abdel Fattah al-Burhan y las fuerzas de apoyo rápido (RSF) bajo Mohamed Hamdan Dagalo “Hemedti”. El conflicto ha desplazado a más de 10 millones de personas, según las estimaciones de la ONU, y creado una de las crisis humanitarias de más rápido crecimiento del mundo.
Colapso económico:
La economía de Sudán ha estado en fallecida desde 2021, empeorada por sanciones internacionales, ayuda congelada y destrucción relacionada con la guerra. La moneda nacional ha perdido más del 70% de su valor desde que comenzó el conflicto, lo que plantea dudas sobre cómo se financia un acuerdo de armas tan masivo.
Contexto de la industria de defensa de Pakistán:
En los últimos años, Pakistán ha buscado expandir sus exportaciones de defensa, particularmente UAV y aviones ligeros, a África y Oriente Medio. Se trata de Nigeria, Azerbaiyán y ahora Sudán refleja la ambición de Islamabad de posicionarse como una alternativa rentable a los proveedores de armas occidentales y chinos.
Realineación militar regional:
El acuerdo llega en un momento de alianzas cambiantes: el apoyo activo de Turquía para el ejército de Sudán, la cooperación de defensa más estrecha de Pakistán con Ankara y la búsqueda de Sudán de líneas de vida externos sugieren que el conflicto se está convirtiendo cada vez más en parte de una lucha de poder regional más amplia.