Batí una audición con Robert de Niro, pero la sorprendente lección ahora me ayuda a aplastar cada momento de alto riesgo

Las opiniones expresadas por los contribuyentes empresariales son propias.
Nunca olvidaré el momento en que recibí la llamada: una audición para una película con Robert de Niro.
Mi cerebro cortocircuito tan pronto como escuché su nombre. De Niro. El padrino. Calor. Goodfellas. ¿Cómo podría no distraerme?
A medida que el gran día se acercaba, me puse en espiral. Esto no fue solo otra audición. Esto fue el audición.
- ¿Qué pasa si este es mi gran descanso? ¿Y si lo soplo?
- ¿Qué debo usar? ¿Miro la parte?
- ¿Qué pasa si olvido mis líneas? ¿Qué pasa si olvido cómo hablar?
- Quizás no estoy listo. Quizás no soy lo suficientemente bueno.
- Pero, ¿y si lo soy?
La presión era eléctrica. La esperanza y el miedo hicieron un baile salvaje en mi pecho y no importa cuánto lo intenté, mi imaginación seguía corriendo por delante.
Esto fue el Momento que podría cambiar la trayectoria de mi vida y mi carrera, y la soplé.
Pero las lecciones que tomé de esa audición fallida resultaron ser más valiosas que cualquier papel. Refrontaron completamente la forma en que entro en una habitación, mando un escenario y entrena a otros para aparecer con presencia y poder en sus propios momentos de alto riesgo.
Esto es lo que me enseñó ese momento, y cómo puedes usarlo para lanzar, presentar o realizar con confianza y claridad.
Relacionado: 10 formas de construir su confianza empresarial
1. La mentalidad forma todo
Mi primer error ocurrió antes de entrar en la habitación. En mi cabeza, las apuestas eran enormes: TEl suyo cambia la vida. No te arruines esto. Tienes que clavarlo.
Ya había perdido. No estaba castigado o concentrado. Estaba en espiral. Lo que no sabía entonces, pero ahora enseña a cada cliente, es este: tu mentalidad es tu base. Entra en cualquier habitación pensando, me he ganado esto. Ese cambio solo cambia la forma en que habla y cómo responden los demás.
2. Concéntrese en el momento, no en el resultado
En el segundo que comencé a fantasear con protagonizar una película de De Niro, dejé de estar presente. Estaba pensando en mi futuro, no en las dos páginas del guión frente a mí.
Cuando te obsesionas con el resultado, el trato, el sí, los aplausos, extrañas lo único que importa: este momento. Pregúntese: ¿Qué necesita esta persona de mí ahora mismo? Luego entregar.
3. Da un paso a la vez
Estaba tan concentrado en el futuro que me salté el primer paso: la primera impresión.
En audiciones, lanzamientos y presentaciones, no hay acto de calentamiento. Los primeros 10 segundos: cómo entras, cómo saludas, cómo conectar – Establezca el tono para todo lo demás. No siempre tienes una segunda oportunidad. Clavar el primero.
4. Entra como si pertenecieras
Entré con lo que ahora llamo “por favor, recuéstame”. En lugar de ser dueño del espacio, me encogí en él, agradecido pero casi disculpado por estar allí. La gratitud es poderosa. Pero no cuando te hace pequeño.
Si fue invitado a la habitación, está allí por una razón. No pidas permiso para ocupar el espacio. Párate en tu valor.
5. Deja de intentar impresionar: comience a intentar conectarse
I sobrevivido. Intenté ser impresionante que tropecé con mis palabras y abarroté mi entrega. Más no es mejor. Es solo más.
Lo que hace que la tierra de su mensaje sea simplicidad, verdad emocional y conexión. Pregunte: Si esta fue mi última oportunidad de hablar, ¿qué quiero que sientan?
6. Prepárese como un artista
Conocí mis líneas. Pero no ensayé. No me puse a tierra ni preparé mi cuerpo por el momento. Los clientes a menudo me dicen que han “practicado”, pero lo que realmente significan es que editaron sus diapositivas o contenido memorizado.
Pero la presencia es física. Ponerse de pie. Respirar. Visualiza la habitación. Su voz, postura y energía son parte de su mensaje. Ensayo con ellos, no a su alrededor.
Relacionado: Cómo convertir la duda en el éxito y desarrollar su confianza en 3 pasos
7. Aprenda a reiniciar en tiempo real
Sabía que no iba bien, pero no sabía cómo recuperarme. Estaba atrapado en mi cabeza. Ahora, enseño a las personas a construir un botón de reinicio interno. Un aliento. Una pausa. Un cambio en la postura. Cualquier cosa que te devuelva al centro.
Las cosas salen de la escritura todo el tiempo. El poder no viene de ser perfecto. Viene de saber cómo volver a encontrar su equilibrio.
8. No te quedes atrapado en el pasado
El viaje en coche a casa fue brutal. Replicé la audición en un bucle: cada balón suelto, cada flub. La reflexión es importante. Pero el revoltaje no lo es. Toma la lección. Deja el resto.
Es posible que nunca audicione para una película de De Niro, pero voluntad Tenga momentos de alto riesgo: en un escenario, en una sala de juntas, frente a alguien que podría cambiar la trayectoria de su negocio o vida.
Cuando llegue allí, recuerde: el secreto para ser dueño de la habitación no es perfecto. Está siendo presente, preparado y completamente usted mismo.
Eso es lo que la gente recuerda. Eso es lo que gana la habitación.
Nunca olvidaré el momento en que recibí la llamada: una audición para una película con Robert de Niro.
Mi cerebro cortocircuito tan pronto como escuché su nombre. De Niro. El padrino. Calor. Goodfellas. ¿Cómo podría no distraerme?
A medida que el gran día se acercaba, me puse en espiral. Esto no fue solo otra audición. Esto fue el audición.
El resto de este artículo está bloqueado.
Únete al emprendedor+ + hoy para el acceso.