Ai para presidente? He aquí por qué, como experto en IA, creo que podría suceder para 2032

Suena como ciencia ficción: “¿Podría AI postularse para presidente?” Pero como alguien que ha pasado décadas construyendo sistemas de software que evitan el fracaso en entornos de alto riesgo, creo que nos estamos acercando a un momento en que esta pregunta no sonará ridícula, sonará inevitable.
Para 2032, Herramientas AI No solo responderá nuestras preguntas o redactaron nuestros correos electrónicos. Estará profundamente integrado en los sistemas que dan forma a nuestras vidas: nuestra atención médica, nuestra educación, nuestros sistemas de justicia, y sí, incluso nuestra gobernanza. No digo que elijamos un robot para el cargo. Pero estoy diciendo que una IA podría ser el tomador de decisiones más imparcial, consistente y basado en la evidencia en la sala.
Déjame explicarte.
Fundador de Typemock, y autor de Aicracy: Beyond Democracy.
Lo que el software me enseñó sobre los sistemas rotos
Edificio software Eso anticipa que el fracaso me enseñó a mirar más allá de los problemas a nivel de la superficie y preguntar qué está impulsando realmente las averías, ya sea en código o en el gobierno. Eso es lo que los datos y la IA hacen mejor: encontrar significado en complejidad.
Alrededor de 2019, comencé a notar un patrón profundamente inquietante, uno que no tenía nada que ver con código. La confianza pública en los gobiernos se derrumbaba. Las democracias fueron paralizadas por incentivos a corto plazo, desinformación y estancamiento. Mientras tanto, las decisiones de liderazgo se separaron cada vez más de los hechos, ahogándose en emoción y ruido.
Me encontré haciendo el tipo de pregunta que te da miradas extrañas a las cenas: ¿qué pasaría si AI pudiera ayudarnos a gobernar mejor que nosotros mismos?
Ai no es perfecto, pero tampoco lo somos
Cuando las personas hablan de IA, generalmente se dividen en dos campos: los utópicos que creen que nos salvará, y los estudiantes de cabeza que temen que nos destruya. Pero he trabajado estrechamente con los sistemas de IA. Sé lo que pueden hacer, y lo que no pueden.
AI no tiene deseos. No busca poder. No teme perder las elecciones o ganar popularidad. No miente para proteger su ego.
Eso no es solo una limitación. También es una fuerza.
Los humanos traen empatía, valores y creatividad, pero también sesgo, ego y interés propio. La IA, cuando se diseña ética y transparentemente, aporta claridad, consistencia e imparcialidad. Puede ayudarnos a tomar decisiones basadas en datos que no tienen como rehén por la emoción o los cabilderos.
La realización me golpeó mucho: durante décadas he usado tecnología para reducir la falla en el software. ¿No podríamos usar el mismo pensamiento para reducir el fracaso en el liderazgo?
Lo que cambió mi pensamiento
Comencé a imaginar un modelo de gobierno donde la IA no reemplaza a los políticos, pero los aumenta. Un sistema donde AI:
– Flajera inconsistencias en las leyes.
– predice el impacto de la política en diferentes datos demográficos.
– Ayuda a asignar recursos de manera más equitativa.
– Identifica la desinformación en tiempo real.
En resumen, AI no dirigiría el mundo. Nos ayudaría a ejecutarlo mejor.
Es por eso que acuñé el término aicracia, un sistema donde la IA ayuda a la gobernanza con transparencia y barandillas éticas, proponiendo ideas basadas en evidencia para que los líderes humanos dan forma, debaten y voten. Que no es automatización de política. Es la optimización de la toma de decisiones.
Lo que he aprendido y lo que puedes llevar
Con los años, he llegado a creer que la IA no socavará el liderazgo, lo elevará si lo dejamos. Aquí hay algunos principios que vivo:
1) La IA es tan buena como los humanos que lo guían
Al igual que el acero, la IA puede construir puentes o espadas. Depende de nosotros incrustar valores, ética y contexto en el sistema.
2) No vea a la IA como un competidor; vea como un amplificador
No reemplazará la intuición humana. Pero puede escalar la claridad y reducir el ruido en los sistemas abrumados.
3) La justicia es un desafío de sistemas, no solo moral
La IA puede analizar patrones de desigualdad y ayudarnos a intervenir, si somos lo suficientemente audaces como para usarlo.
4) La IA no puede tomar decisiones morales, pero puede apoyar más sistemas morales
La supervisión humana es crítica. El objetivo no es escapar de la responsabilidad, sino profundizarla, con mejores herramientas.
A donde se dirige todo
Por curiosidad, recientemente pregunté a Chatgpt y Gemini cómo se imaginan evolucionando para 2032. Sus respuestas me sorprendieron, no porque estaban extravagantes, sino porque se alinearon con lo que ya sospechaba:
Para entonces, la IA será más transparente, responsable y alineada con los valores humanos. Ayudará a los gobiernos, las empresas y las comunidades razonar en la complejidad masiva en tiempo real. No solo proporcionará respuestas, se convertirá en un colaborador para resolver los problemas más difíciles de la sociedad.
La pregunta no será “¿puede gobernar la IA?”
Será: “¿Por qué seguiríamos gobernando sin él?”
No estamos eligiendo un presidente de AI, pero. Pero para 2032, podemos confiar en uno para ayudarnos a decidir cómo gobernar mejor. Eso, para mí, no es descabellado. Es necesario.
Enumeramos el mejor chatbot de IA para negocios.
Este artículo fue producido como parte del canal de Insights Expert de TechRadarpro, donde presentamos las mejores y más brillantes mentes de la industria de la tecnología en la actualidad. Las opiniones expresadas aquí son las del autor y no son necesariamente las de TechRadarpro o Future PLC. Si está interesado en contribuir, obtenga más información aquí: https://www.techradar.com/news/submit-your-story-to-techradar-pro