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Mi ansiedad me hace sentir que no estoy vivo.

Sentí que no había vida. No hay amigos. No había razón para levantarse de la cama por la mañana.

Todos los días es la copia exacta de una que vino antes. Me desperté. Trabajo. Vi televisión. Regresé a la cama.

Espero que mi vida consista en más que comer y dormir. Espero tener el compromiso de levantarse y salir como un “normal”.

Aunque estoy de humor para hacer algo emocionante, dudo en planificar para el fin de semana, porque si los fines de semana, estaba de un estado de ánimo completamente diferente y me odié para planificar y querer encontrar una manera de salir de ellos. Si cambié de opinión acerca de querer conocer a alguien y la idea de una fiesta en un peso que me aplastó el pecho, ¿me hizo sofocar?

Además, cada vez que planeo a alguien de antemano, tengo que preocuparme por esto durante toda la semana. Siento que mi corazón late rápidamente cada vez que pienso en la verdad de que tengo que salir de la casa. Tengo que dejar el área de conveniencia, incluso si es lo que he estado esperando.

Pero la planificación final fue aún peor, odio cuando alguien me envió un mensaje. Ese día me preguntó si era libre de salir con ellos en una o dos horas. Necesito tiempo para prepararme para mi interacción social. Tengo que planificar lo que usaré y cuándo me ducharé.

No me gusta la sorpresa, no me gustan las cosas inesperadas. No me gusta conocer a nadie sin tener que tener tiempo con mi mente.

Tampoco me gusta contactar a otras personas. Quiero que se extiendan. IPara preguntar I Si quiero verlos a pesar de que estaba aburrido en mi corazón y estaba a punto de hacer algo, no le pediría a nadie que viniera. Puedo enviarles un mensaje primero e insinuar que no tengo nada que hacer. Pero no les preguntaré si son libres o no. La idea y el rechazo son demasiado para mí.

Por supuesto, pueden estar demasiado ocupados para verme. Pueden tener otros mapas que no pueden volver. Ellos pueden desear Que tienen tiempo para verme, pero siempre pensaré como yo. Asumiré que no quieren hacerme nada. Que acabo de molestar

Hice todo más complicado de lo que debería ser. Por eso, cada vez que alguien me pregunta qué hago o mi verano, no tengo nada que decir. No tengo antídoto. No tengo una vida de la que hablar

Mi ansiedad me hizo sentir que estaba perdiendo la infancia, porque lo que quería hacer era hacer algo.



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