Autor del best-seller de Belleza en la quietud, Karin Hadadan, nos recuerda aquí que la paz no proviene de una vida perfecta, sino de confiar en nuestro Dios perfecto.
A menudo se nos enseña que la paz es el resultado de que todo en nuestra vida va a la perfección: donde el amor abunda, el dinero desborda, el éxito se da, nuestra salud florece y la alegría está siempre presente. Pero en la economía de Dios, la ‘paz perfecta’ no tiene nada que ver con lo que sucede fuera de nosotros, sino más bien con lo que sucede dentro. Es la conexión entre un enfoque mental firme y un estado emocional regulado, donde aquello en lo que nos concentramos y lo que sentimos está arraigado en un lugar de gratitud, confianza y satisfacción.
Mantendrás en perfecta paz a aquellos de mente firme, porque en ti confían.
Isaías 26:3
Para desarrollar una mente firme, no debemos anclarnos a nada externo a nosotros; esto significa que nuestra autoestima, felicidad y alegría no dependen de si las cosas van bien o mal, de si las circunstancias nos favorecen o no, de si nos dan o nos quitan cosas. Nos mantenemos estables a través de todo porque si nuestra mente está verdaderamente fija y firme en Dios, entonces entendemos que todo viene de Su mano… por lo tanto, los problemas, los desafíos y el sufrimiento son vistos como maestros iguales a los dones, los éxitos y los triunfos.
En nuestra tendencia humana, lo que perturba la paz en nuestro corazón es cuando las cosas no suceden como pensábamos o como planeábamos. Es entonces cuando la ansiedad, la preocupación y el estrés inundan nuestra mente. Pero en el momento en que acudimos a Dios, en el momento en que confiamos plenamente en Su plan, tiempo y voluntad, Él nos mantiene en perfecta paz. La confianza es el fundamento de una mente fija en Dios, que produce esa paz intensificada incluso en medio del caos externo. La forma más rápida de entrar en ese estado de confianza divina es fijar nuestra mente en Dios en cada momento presente; pronunciar Su nombre, meditar en Su palabra e inclinarnos en oración incluso en momentos que no entendemos.


















