Una red de lavado de dinero de mil millones de dólares en Gran Bretaña compró un banco en Kirguistán para ayudar a Rusia a evadir las sanciones occidentales y canalizar fondos para su guerra en Ucrania, dijo el viernes la policía británica. El grupo utilizó cientos de mensajeros en 28 localidades para transportar dinero procedente del contrabando de drogas y armas de fuego.
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