Las audiencias del Senado de esta semana sobre la integridad de los datos climáticos y energéticos revelaron cuán profundamente dividida está la conversación nacional sobre energía renovable. Esto a pesar de que Australia está acelerando el despliegue de nuevas líneas de transmisión, parques solares y proyectos eólicos. Muchas comunidades regionales también sienten que se avecinan cambios. no con ellos
La profesora Sara Bice de la Escuela Crawford de Políticas Públicas de la Universidad Nacional de Australia ha pasado años estudiando cómo el gobierno, la industria y las comunidades pueden trabajar juntos para ofrecer infraestructura a gran escala de una manera justa, transparente y socialmente sostenible.
Su investigación muestra que, aunque la mayoría de los australianos apoyan la transición energética, quieren que sea justa y equitativa. Y el principal impulsor de la aceptación pública de la nueva infraestructura no es la tecnología ni el dinero. Pero es la confianza en las reglas la que gobierna el cambio.

















