Mientras los precios del petróleo luchan por encontrar un equilibrio tras la últimos movimientos de la OPEPel gas natural ha adquirido un papel destacado en la combinación energética mundial. Este año, las tendencias de la demanda y los precios del gas natural subrayan tanto su resiliencia como su creciente importancia como motor económico y combustible de transición.

Por qué el gas natural está desafiando la crisis energética

Los mercados energéticos mundiales han sido todo menos estables en los últimos años. Las tensiones geopolíticas, las presiones inflacionarias y el impulso acelerado hacia la descarbonización han inquietado a los inversores. Sin embargo, el gas natural ha desafiado gran parte de esa turbulencia. En Estados Unidos, la producción de gas seco se prevé que alcance alrededor de 118 mil millones de pies cúbicos por día en 2026, frente a los aproximadamente 107 mil millones registrados en 2025.

Al mismo tiempo, el consumo aumentará: la Administración de Información Energética (EIA) de EE.UU. proyecta la demanda de gas natural en EE.UU. aumentará a aproximadamente 91,4 Bcf/d este año, un nivel récord. Mientras tanto, la capacidad de exportación de gas natural licuado (GNL) está mejorando, lo que apuntala aún más la dinámica de la oferta y la demanda.

Estos elementos combinados (producción fuerte, crecimiento de las exportaciones y demanda global) posicionan al gas natural como una fuerza estabilizadora en el sector energético incluso cuando el panorama energético general es volátil.

Las tendencias de precios apuntan a una fortaleza renovada

Los precios del gas natural se han recuperado bruscamente desde los mínimos de 2024. La EIA pronostica un promedio para todo el año 2025 de alrededor de $3,80/MMBtu, muy por encima del promedio niveles inferiores a $ 3,00 de los dos años anteriores. La EIA prevé un nuevo aumento hasta aproximadamente $4,20/MMBtu en 2026—impulsado por equilibrios más ajustados entre la oferta y la demanda y la expansión de las exportaciones de GNL.

Por el contrario, el petróleo se ha enfrentado a obstáculos debido a la producción prolongada de la OPEP+ y a una demanda más débil en algunas regiones. El gas natural, por una vez, se está beneficiando de vientos de cola estructurales: como combustible para calefacción, procesos industriales y generación de energía (especialmente con la creciente demanda de centros de datos de IA), tiene múltiples casos de uso, especialmente cuando las energías renovables aún no pueden cubrir completamente la demanda o cuando el suministro intermitente necesita respaldo.

The Bridge Fuel se convierte en una fundación

Más allá de las cifras inmediatas, el gas natural está desempeñando un papel estratégico en la transición energética más amplia. Es el principal combustible fósil más limpio, produciendo aproximadamente la mitad de CO? como carbón cuando se quema para la misma potencia de salida.

Su flexibilidad lo convierte en un socio ideal para las energías renovables: las plantas alimentadas por gas pueden aumentar y disminuir para equilibrar la intermitencia solar y eólica. En muchas regiones, la infraestructura de gas se está combinando con tecnologías bajas en carbono, como la mezcla de hidrógeno y la captura de carbono, lo que ayuda a ampliar su relevancia en un mundo con bajas emisiones de carbono.

Igual de importante es el hecho de que las plantas alimentadas con gas ofrecen la energía de respaldo flexible necesaria para estabilizar las redes eléctricas que dependen cada vez más de la energía solar y eólica intermitente. En todo el mundo, se están construyendo nuevas infraestructuras de gas teniendo en mente la adaptabilidad futura, incorporando la captura de carbono, la mezcla de hidrógeno y otras tecnologías bajas en carbono que ayudarán a extender su relevancia hasta bien entrada la era de transición.

Como Wood Mackenzie lo expresóel gas natural sigue siendo “el puente crucial” hacia un futuro con bajas emisiones de carbono, incluso cuando se acelera la electrificación.

Demanda emergente de datos y exportaciones

También están surgiendo nuevos impulsores de la demanda. El crecimiento de la IA y los centros de datos a hiperescala está creando una demanda de energía nueva y constante. Para garantizar el tiempo de actividad y reducir las emisiones, muchos grandes operadores están implementando turbinas de gas natural en lugar de generadores diésel. Estimaciones de East Daley Analytics esto podría añadir hasta 6 Bcf/d de nueva demanda de gas para 2030.

Mientras tanto, el comercio mundial de GNL continúa expandiéndose. El alejamiento de Europa del gasoducto ruso y el continuo crecimiento industrial de Asia están reforzando la posición de Estados Unidos como principal exportador de GNL del mundo. Juntas, estas fuerzas están convirtiendo al gas natural de un combustible de transición en una base tanto de la economía digital como del comercio global.

Los riesgos persisten, pero los fundamentos se mantienen

El gas natural no está exento de desafíos. Los precios siguen siendo sensibles a las oscilaciones de la demanda provocadas por el clima y a los shocks geopolíticos. La incertidumbre política, especialmente en torno a la fijación de precios del carbono y las regulaciones del metano, podría aumentar los costos y afectar la competitividad. Los retrasos en la infraestructura también siguen siendo un riesgo, ya que los nuevos oleoductos y proyectos de licuefacción dependen de permisos oportunos y compromisos de capital.

Aun así, los fundamentos siguen siendo sólidos. Mientras el despliegue de energías renovables lucha por mantener el ritmo de los objetivos y el petróleo enfrenta una debilidad cíclica, el gas natural ofrece una rara combinación de confiabilidad, asequibilidad y potencial de crecimiento.

Conclusiones de los inversores

Para los inversores, el gas natural presenta varias oportunidades atractivas:

  • Upstream: Los principales productores de gas natural y exportadores de GNL se beneficiarán más directamente del aumento de la demanda mundial.
  • Infraestructura midstream: los operadores de ductos y almacenamiento están preparados para un mayor rendimiento y flujos de efectivo más sólidos a medida que crecen los volúmenes de exportación.
  • Estrategias de transición integradas: las empresas que invierten en captura de carbono y mezcla de hidrógeno junto con activos de gas podrían disfrutar de una resiliencia duradera durante la transición.

Si bien la volatilidad es parte del paquete, el gas natural sigue siendo una piedra angular para las carteras que buscan exposición tanto al flujo de caja actual como a temas de transición a largo plazo.

Conclusión

En un mundo que lucha por lograr cero emisiones netas de carbono, el gas natural está demostrando ser indispensable. Proporciona energía a hogares, industrias y centros de datos; conecta continentes a través del comercio de GNL; y cierra la brecha entre los combustibles fósiles y las energías renovables.

A medida que el petróleo flaquea y la energía limpia enfrenta crecientes problemas, el gas natural está emergiendo como el punto brillante: una fuente de energía que es a la vez pragmática y rentable.

Por Robert Rapier

Más lecturas destacadas de Oilprice.com



Fuente