Imagínese la escena: está tomando un taxi, o quizás un Uber, en el corazón de una bulliciosa ciudad moderna. Minutos después se llega a un parque urbano. Mientras recorres sus sinuosos senderos, contemplando impresionantes vistas de la ciudad desde abajo, aparece algo inesperado: un antiguo sitio arqueológico… y luego otro… y otro, que revela lo que parecen ser tumbas antiguas.

Esto no es sólo un paseo por el parque, es un viaje a través de capas del tiempo. Bienvenido a un retiro urbano único que forma parte del patrimonio histórico y natural de Quito.

Empecemos por lo básico.

El Parque Arqueológico y Ecológico de Rumbamba es un extenso parque urbano que cubre un área de más de 30 hectáreas. Pero más que un simple espacio verde, en realidad es un museo al aire libre (sí, todo sigue en su lugar original) donde puedes ver cómo las culturas prehispánicas construyeron sus hogares, vivieron su vida cotidiana y honraron a sus muertos.

Todo sucedió en las faldas del Guagua Pichincha, la montaña más famosa de Quito. Estas sociedades antiguas incluso tuvieron que lidiar con erupciones volcánicas (porque aparentemente vivir junto a un volcán activo era parte del plan). Hoy en día, lo que alguna vez fue un lugar sagrado y estratégico es parte de lo que ahora llamamos el área metropolitana de Quito, o simplemente Quito, si se habla en términos amistosos.

¿Qué puedes encontrar allí?

Museo Arqueológico
Encontrarás el Museo Arqueológico justo en la entrada del parque y es una primera parada esencial para ayudarte a comprender y apreciar lo que estás a punto de explorar. Esta exposición permanente muestra artefactos descubiertos durante años de excavación, proporcionando un contexto para las culturas antiguas que alguna vez vivieron aquí. También hay un mapa útil para rastrear las numerosas montañas y volcanes que rodean Quito (porque hay muy pocos).

Si te gustan las exhibiciones bien iluminadas, decorados cuidadosamente seleccionados y dioramas atractivos, tómate tu tiempo: unos 30 minutos deberían ser suficientes para explorarlo por completo.

Antes de dirigirte al parque, no te pierdas las pequeñas terrazas que se encuentran fuera del museo. Los productores locales suelen vender miel, chocolate y artesanías: productos auténticos y de alta calidad a precios sorprendentemente asequibles.

Senderos naturales y sitios arqueológicos.
A pocos pasos del museo encontrarás un enorme reloj de sol, el punto de partida para explorar la red de rutas de senderismo del parque. Aquí, el mapa muestra las diferentes rutas que recorren el paisaje, dirigiéndote a cada uno de los sitios arqueológicos dentro del parque.

Al recorrer estos senderos, encontrarás carteles informativos sobre la flora y fauna nativa de los Andes. Esté atento a los mirlos, los colibríes y, si tiene suerte, uno o dos conejos. A lo largo del camino, los miradores panorámicos ofrecen impresionantes vistas del horizonte de Quito, lo que le permitirá disfrutar de la inmensidad de la ciudad moderna mientras imagina el mundo muy diferente de las antiguas comunidades que alguna vez vivieron en estas mismas laderas.

En los sitios arqueológicos, encontrará restos de casas antiguas, campamentos y fogatas: rastros tangibles de cómo el entorno natural moldeó las vidas de los primeros residentes. Ha sido una fuente de vida, proporcionando alimentos, medicinas y refugio, y una fuerza de destrucción, ya que los desastres naturales han dejado su huella en estas mismas causas.

Pasarelas elevadas lo guían a través de cada sitio, lo que le permite observar los fósiles de cerca sin molestarlos. Y en una de las áreas más impresionantes, puedes descender al corazón del sitio de excavación, donde te encontrarás en el mismo nivel donde alguna vez vivieron estas antiguas comunidades, y donde sus historias permanecen grabadas en la piedra y el suelo.

Una réplica de un asentamiento prehispánico (El Boheus)

Al final de uno de los senderos principales del parque, después de una caminata de aproximadamente 30 minutos, encontrarás tu primera gran sorpresa: una réplica a escala real de un pueblo prehispánico. todo cabaña La cabaña ofrece una visión de un lado diferente de la vida cotidiana en estas sociedades antiguas.

La pieza central es Cabaña compartidadonde se puede entrar y ver no solo el espacio de reunión para las reuniones, sino también los artículos para el hogar, alimentos y objetos simbólicos que desempeñaron un papel en la vida colectiva. Si tienes suerte, también podrás encontrar una hoguera en el centro, algo que se enciende cuando visitan grupos grandes, contribuyendo al ambiente.

Es un lugar perfecto para tomar fotografías y por un momento te sientes transportado a siglos en el pasado.

Casa Hacienda – La Arqueología de la Muerte

Parecido a la casa principal de una casa de campo tradicional, este edificio alberga lo que muchos consideran una casa de campo tradicional. cereza encima Toda la visita, especialmente si te atrae lo misterioso o lo macabro. En su interior encontrarás una exposición permanente titulada “Arqueología de la muerte”que presenta artefactos auténticos y réplicas de antiguos sitios de enterramiento, no solo del parque en sí sino de toda la ciudad de Quito.

Esta exposición ofrece una mirada profunda y conmovedora a cómo las culturas prehispánicas abordaron la muerte. Verás estructuras funerarias, ofrendas funerarias y objetos simbólicos colocados junto al difunto, elementos destinados a facilitar su viaje al más allá. Este lugar invita a contemplar la cosmovisión espiritual de estos pueblos antiguos, y a sentir la energía residual de quienes derramaron amor y cuidado para que sus seres queridos fueran honrados después de la muerte.

Tranquilo, atmosférico y evocador, este es el espacio para ti. no debería Salta. Es la conclusión perfecta y meditativa antes de regresar al ajetreo y el bullicio de la ciudad moderna.

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