Karan JoharQuien es conocido por crear algunas de las historias de amor más emblemáticas de Bollywood, reveló que su viaje en la vida real con el amor ha sido mucho más turbulento. En una nueva conversación en su podcast con Sania Mirza, la cineasta compartió que a menudo anhelaba compañía y curarse de la angustia.“Hubo un momento en el que realmente quería amor. Quería compañía. Quería una relación. Recuerdo haber hablado contigo sobre esto. Y pasé por todo tipo de dinámicas: un corazón roto y un amor unilateral. Incluso hice una película sobre ello. Fue catártico para mí pero hermoso; me ayudó a sanar. Esperé. Me di cuenta: ‘¿Puedo traer a alguien o a alguien a quien pueda amar?’ Entonces empiezas a dudar de ti mismo”, afirmó.
‘Si quieres amor, vete al extranjero’
hacer Recordando cómo sus simpatizantes a menudo le aconsejaban que intentara encontrar el amor fuera de la India. Pero este consejo nunca tuvo sentido para él.“Y todo el mundo dice: ‘Oh, sal ahí fuera’. Sigo buscando qué es “allí”, no sé dónde está “allí”. Dicen: ‘Oh, vete al extranjero’, dicen. ¿Y como yo, no busco garantía en el extranjero? ¿Y dónde en el extranjero? vivo aquí tengo una madre y dos hijos; Tengo que quedarme aquí. Entonces pasé por esos ritmos. Y me sentí solo. Es una realidad”.Añadiendo un toque humorístico pero emotivo, dice: “Estamos hechos en parejas. Ab rab ne mere liye jodi na banai. Y dicen nunca digas nunca. Cuando eso sucede, mis manos se abren, como Shah Rukh Khan!”
Las parejas y el PDA lo molestan
Karan también admitió que salir con parejas es algo que evita activamente. Su muestra pública de afecto, bromeó, la molestó. “Odio salir con parejas, y si alguien hace PDA delante de mí, tengo ganas de matarlo. Le digo: ‘¡Por favor, consigue una habitación!'”
Ver a otros enamorados despierta sus emociones.
Esta no es la primera vez que Karan habla de su soledad. En un episodio anterior de Koffee With Karan, se derrumbó mientras veía el vídeo de la boda de Deepika Padukone y Ranveer Singh. Ver amigos enamorados, admite, le hace añorar tener una pareja propia.










