La profundidad fomentada en Argentina durante el verano ha creado un equipo con muchas fortalezas y altamente competitivo.

Borthwick es experto en elegir cuándo quedarse y pivotar con su equipo.

Su fe en Dingwall, que tiene un poder más sutil que algunos de sus rivales en el mediocampo, ha dado sus frutos. Su llamado para que Ford, equipo tercero en el Seis Naciones, regrese a la máxima categoría también ha sido reivindicado.

Su tan cacareado efecto banquillo en la segunda mitad fue menos notorio.

Cuando sacó el pin de ‘Pom Squad’, no hubo el impulso inmediato que esperábamos.

Pero eso se debe en parte a que los titulares se han desempeñado muy bien.

Al final, Inglaterra tenía demasiadas direcciones de ataque, demasiadas opciones que Nueva Zelanda no pudo evitar.

Cuando Pollock lanzó ese último tiro y Roebuck lo alcanzó y entró, trajo un marcador casi surrealista de ’33-19′ al marcador de Twickenham.

Inglaterra está a sólo tres partidos de su famosa victoria de 2012 contra los mismos oponentes, pero superó con creces las expectativas más locas de los aficionados ingleses.

Por supuesto, tres años después, ese equipo de 2012 quedó eliminado de la Copa Mundial de Rugby en su tierra natal y no logró pasar de la fase de grupos.

Mientras las vigas temblaban, las pintas se derramaban y una sensación de alegría llenaba el estadio Allianz, parecía que este equipo no podía seguir la misma trayectoria.

Al igual que la bomba de George Ford, ciertamente todavía están volando.

Borthwick, como siempre, mantuvo bajo control sus emociones y expectativas después.

“Es un equipo en crecimiento, un equipo en crecimiento”, dijo.

“Es un equipo que necesita experiencia en conjunto y eso es exactamente lo que están haciendo: salir todas las semanas y entrenar muy duro y concentrarse en lo que necesita mejorar, y eso se nota en el campo.

“Todo el equipo cree mucho en nuestra preparación, en la forma en que intentamos jugar y en la habilidad que tenemos en el equipo.

“Se trata de intentar lograr momentos especiales, recuerdos especiales. Hoy fue uno de ellos”.

Si pueden someter a un equipo argentino peligroso, aunque agotador, el próximo fin de semana, serán 11 victorias consecutivas para Inglaterra y solo una derrota en 2025.

Sin embargo, los números quizás más reveladores están en el medidor de decibeles de Twickenham, lo que demuestra el amor por un equipo que no siempre lo siente.

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