Cuando el reloj pasó de los 90 minutos en Eslovaquia, los visitantes se aseguraron un punto que les habría permitido terminar segundos y pasar del Grupo A a los play-offs sin tener que depender del éxito en la Liga de las Naciones.
Si continúan, o si el árbitro Istvan Kovacs descarta el gol de Tomas Bobcek en el tiempo de descuento por empujar a Daniel Ballard, no cambiará el hecho de que esta fue su peor actuación en lo que ha sido una campaña por lo demás alentadora.
Un resultado así siempre fue una clara posibilidad dada su notable ausencia en el partido.
En Kosice, Shea Charles fue una gran pérdida, pero nadie que haya observado Irlanda del Norte durante el segundo mandato de O’Neill podría haber esperado menos.
Brad Lyons y George Saville estuvieron decididos en el mediocampo durante todo el partido, pero podría decirse que, aparte de Conor Bradley, no hubo ningún jugador más importante que el elegante mediocampista del Southampton, Charles.
Esto no quiere decir que Irlanda del Norte no haya puesto a prueba la teoría durante la campaña.
Se han perdido a Bradley y Ethan Galbraith en cada partido por sanción mientras que, al fin y al cabo, el central del Sunderland, Daniel Ballard, habrá jugado sólo tres de los seis partidos.
Agregue la ausencia de Ali McCann durante este período y el hecho de que el portero titular Pierce Charles se perdió toda la campaña, y tendrá una idea de cómo se ha puesto a prueba la profundidad de O’Neill.
Ciertamente no es una coincidencia que su mejor actuación (una victoria en casa por 2-0 sobre Eslovaquia el mes pasado) fuera producida por su equipo más fuerte sobre el papel.
“Una cosa que aprendimos durante esta campaña es que puedes perder a un jugador en un instante”, dijo O’Neill.
“Eso nunca se puede controlar, pero con suerte, cuando llegue marzo, los desafíos que enfrentamos para superar esta fase de grupos con jugadores ausentes no los tendremos y seremos lo más fuertes posible”.














