La administración Trump dijo el lunes que pondría fin a otro programa de inmigrantes de Estatus de Protección Temporal, esta vez para unos 4.000 inmigrantes de Myanmar, un país del sudeste asiático que ha estado envuelto en una guerra civil durante los últimos años.
El anuncio es la última medida de la administración del presidente Trump para restringir los programas de migración humanitaria que supuestamente han sido explotados por malos actores y extendidos por demasiado tiempo, a pesar de la naturaleza temporal de la política del TPS. La administración también ha dicho que el TPS fomenta la inmigración ilegal porque algunos de los beneficiarios de la política ingresan ilegalmente a Estados Unidos.
Como parte de su ofensiva contra los inmigrantes, la administración Trump ha tomado medidas para rescindir las protecciones del TPS para cientos de miles de inmigrantes de Afganistán, Camerún, Haití, Honduras, Nepal, Nicaragua, Siria, Sudán y Venezuela, lo que hace que muchos de estos inmigrantes sean elegibles para detención y deportación. Los defensores de los inmigrantes han calificado la campaña como el mayor esfuerzo de dedocumentación en la historia moderna de Estados Unidos.
Creado por el Congreso en 1990, el TPS permite a las administraciones demócratas y republicanas ofrecer permisos de trabajo temporales y protección contra la deportación a inmigrantes de países que enfrentan conflictos armados, desastres ambientales u otra emergencia que haga que su regreso sea inseguro. El programa se amplió enormemente durante el gobierno del expresidente Joe Biden.
Myanmar ha estado lidiando con un conflicto armado e inestabilidad política desde 2021, cuando el ejército del país dio un golpe de estado. Las milicias armadas diseminadas por todo el país han luchado contra el ejército, que tiene una larga historia de persecución de grupos minoritarios entre ellos. Comunidad musulmana rohingya. Las Naciones Unidas dijeron A principios de este año, se afirmó que los militares habían matado a aproximadamente 6.500 civiles hasta marzo y que más de 3,5 millones de personas habían sido desplazadas debido a la violencia.
Si bien el Departamento de Seguridad Nacional reconoció que Myanmar “sigue enfrentando desafíos humanitarios”, dijo: una notificación oficial Se afirmó que era necesario poner fin al programa TPS del país porque se habían realizado “mejoras” en “gobernanza y estabilidad” en el país.
El aviso del DHS, firmado por la secretaria de Seguridad Nacional, Kristi Noem, también afirmaba que continuar la política del TPS hacia Myanmar entra en conflicto con los intereses nacionales de Estados Unidos. El ministerio citó preocupaciones sobre la capacidad de las personas que llegan de Myanmar para ser examinadas adecuadamente y el riesgo de que sus visas se excedan, y dijo que algunos titulares de TPS de ese país estaban sujetos a investigaciones de seguridad nacional o fraude migratorio.
Las cifras del gobierno federal muestran que actualmente hay 3.969 personas inscritas en el programa TPS de Myanmar. El programa finalizará a finales de enero a menos que intervenga el tribunal.











