Historia: Un hombre que lucha por llegar a fin de mes da un salto desesperado hacia un programa de juegos mortal donde los concursantes son perseguidos por una banda de asesinos, guiados por consejos de espectadores sedientos de sangre. ¿Podrá burlar a sus depredadores y sobrevivir a esta carrera cataclísmica?Revisar: Tiempos desesperados exigen medidas desesperadas, y eso es lo que impulsa a Ben Richards (Glenn Powell) arriesgarlo todo. Recientemente desempleado y consumido por su estado de ánimo, la vida hogareña de Ben está en caída libre. Su esposa Sheila (Jaime Lawson) trabaja sin cesar en trabajos degradantes para pagar el tratamiento de su hijo enfermo. Cuando un vistazo a un canal de televisión lo lleva a The Running Man, un brutal reality show donde los concursantes son literalmente cazados para entretenerse y sobrevivir, Ben ve una forma retorcida de salir de su situación. Su ira e imprudencia lo hacen perfecto para el despiadado productor del programa, Dan Killian (jose brolin), que ve tanto calificaciones como redención en su nuevo empleado. Un angustioso juego del gato y el ratón que pone a prueba no sólo la paciencia de Ben, sino también su humanidad.Ambientado en un mundo distópico que refleja la cultura filosófica de los programas de juegos de los 90, The Running Man se siente a la vez nostálgico y inquietantemente actual. Director y coguionista Edgar Wrightjunto con Michael Hebilla1982 da inyecciones Esteban Rey Historias sobre preocupaciones modernas como la manipulación de la IA, la vigilancia masiva y nuestra adicción al drama fabricado. Sin embargo, a pesar de estos toques contemporáneos, el núcleo de la película sigue siendo un comentario familiar sobre el visualismo y el poder. Si bien la premisa exige cierta suspensión de la incredulidad (cómo un programa que ventila el asesinato de civiles escapa a la responsabilidad), es la intención satírica la que lo mantiene dentro de lo razonable.Glenn Powell da un giro sólido como un hombre desesperado acorralado por las circunstancias, aunque su actuación alimentada por la ira pronto se vuelve predecible. Sus ritmos sensuales suenan maravillosamente, dejando poco espacio para la sorpresa. Josh Brolin, por otro lado, se deleita con su papel del juguetón showman Killian, a pesar de la caricatura de su personaje que raya en el villano exagerado. Aun así, la película logra mantener al público interesado en las peligrosas escenas que se desarrollan en pantalla: un placer culpable que se nutre de la tensión y la ambigüedad moral.La cinematografía cinética de Chung-hoon Chung y Precio de StevenSu vibrante partitura complementa la incesante persecución, asegurando que el ritmo rara vez disminuya. The Running Man no reinventa su género ni supera a su audiencia, pero ofrece un thriller de supervivencia ingenioso y de ritmo rápido que es a la vez entretenido y estimulante.Al final, se presenta como una nueva versión observable y oscuramente satírica. Uno que nos recuerda la línea horriblemente borrosa entre la realidad y el entretenimiento en nuestra era de espectáculo constante.
Una persecución entretenida con algunos giros predecibles
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