Permanece soltero hasta que el amor se sienta como un reflejo de cómo Dios te ve: firme, elegido y seguro. Porque al final del día, la persona adecuada no te hará dudar de tu valor; No te hará preguntarte si te estás exagerando. Te amarán de una manera que se asemeja más a la claridad que a la confusión. Honrarán tu presencia como lo hace Dios: con intención, bondad e incondicionalmente.
Permanezca soltero hasta que se sienta espiritualmente seguro, para no tener que ocultar la forma en que habla con Dios ni diluir la forma en que escucha Su guía. Permanezca soltero hasta que la relación eche raíces, hasta que se convierta en una extensión de su fe, no en un lugar donde sienta la necesidad de ceder.
Espera a alguien que no sólo respete tu relación con Dios, sino que la honre por la forma en que te ama y por la forma en que se presenta. Quédense solteros para que puedan orar juntos, para que Dios pueda convertirse en el fundamento de su relación, la razón de su vínculo. Espere a alguien que sepa que la fe no es sólo lo que creen, sino cómo se tratan unos a otros cuando la vida se pone difícil, cuando llegan los días oscuros. Quédate soltero hasta que tu corazón choque con alguien que ve la intimidad espiritual como algo sagrado, como algo que vale la pena proteger.
Manténganse célibes hasta que el silencio entre ustedes se vuelva sagrado y no pesado. Así podrás sentarte en quietud y sentirte atado, no sólo físicamente, sino también emocional y espiritualmente. Quédate solo para que la conexión no se base en distracciones o ruidos, sino que esté arraigada en algo más profundo, en algo arraigado. Espera a la persona que pueda guardar silencio contigo y ora lo suficiente.
Manténgase soltero para no tener que encogerse, para que sus sueños se cumplan con aliento, no con silencio. Así, su voz será bienvenida en su totalidad y no se sentirá demasiado fuerte. Para que tu corazón sea visto como un regalo y no como una debilidad que hay que gestionar. Espera a la persona que se dé cuenta del peso de lo que Dios ha puesto dentro de ti, la persona que no intente controlarlo, sino que lo defienda. Alguien que no compita con tu poder, sino que lo proteja. Que ve a Link no como algo que menospreciar, sino como algo sagrado y digno de honor.

Permanece soltero hasta que te sientas conocido y libre. Para que ya no tengas que explicar ni defender la forma en que tu corazón se mueve por este mundo. Para que la relación se sienta como un lugar donde puedes exhalar, donde realmente puedes ser visto. Permanece soltero hasta que el amor se convierta en una oración contestada, no en una lección repetida.

Al final del día, quédate soltero hasta que el amor se sienta en paz. Quédate solo hasta que el amor se convierta en claridad, en una guía, en algo sagrado por lo que no tienes que luchar para conservarlo. Y cuando Él venga, cuando llegue y se encuentre con ustedes en la realidad, en seguridad, en quietud, lo comprenderán. Verás que Dios nunca te ha ocultado nada especial; Él te estaba protegiendo. Cada puerta cerrada se cerró con gracia. Cada oración sin respuesta fue una redirección divina. Porque este siempre ha sido el tipo de amor que vale la pena esperar. Este siempre fue el tipo de amor que esperabas que te escribiera.
















