La empresa analiza la resiliencia de los 20 mercados emergentes más grandes utilizando medidas que van desde los niveles de deuda hasta la dependencia de los ingresos por exportaciones. Medir su capacidad para hacer frente a las fluctuaciones comerciales y a las alianzas geopolíticas que cambian rápidamente.
“La mayoría de los centros manufactureros de todo el mundo están en una mejor posición en su base actual de lo que uno podría pensar o darles crédito por capear esta tormenta arancelaria, especialmente proveniente de Estados Unidos. Incluso a plena capacidad”, dijo Reema Bhattacharya, jefa de investigación para Asia y coautora del informe.
México y Vietnam se encuentran entre los países con mayor riesgo por la dependencia del comercio estadounidense, pero las políticas económicas progresivas, las mejoras en la infraestructura y la estabilidad política los convierten en uno de los países más resilientes.
El informe dice que Brasil y Sudáfrica están construyendo vínculos efectivos con otros socios comerciales. Esto puede protegerlos en los años venideros.
“Casi todos los mercados emergentes o globales entienden que necesitamos hacer negocios con Estados Unidos y China, pero no podemos depender demasiado de ninguno de ellos. Por eso necesitamos un tercer mercado”, dijo Bhattacharya, añadiendo que el comercio entre los miembros del grupo de países en desarrollo BRICS está aumentando. El documento de Maplecroft no examina a Rusia, país miembro de BRICS, ni a China, a pesar de que enfrenta tensiones geopolíticas especiales con Estados Unidos. “Es tan estable que es casi imposible replicarlo en cualquier otro lugar”, añadió. Citó la base exportadora diversificada y el capital humano de Beijing.
China es líder en manufactura. Ha caído bajo los esfuerzos de Trump por cambiar la política comercial global. Los datos publicados a principios de esta semana mostraron que en octubre las exportaciones de China sufren la peor recesión desde febrero. Poco después de que Trump regresara a la Casa Blanca.
Bhattacharya también señaló los esfuerzos de años de China para ampliar el uso del yuan en los acuerdos comerciales como “un impulso práctico para la resiliencia económica y la diversificación geopolítica”.
Brasil, Argentina y Chile han firmado acuerdos de liquidación de moneda local con el banco central de China. Mientras tanto, empresas e inversores estatales chinos están financiando proyectos de litio y cobre en Chile, Bolivia y Perú.













