El mundo financiero está evolucionando rápidamente, pero un aspecto de la financiación al consumo se ha mantenido prácticamente sin cambios. Este aspecto es deuda de tarjeta de crédito. Sólo en Estados Unidos ha superado $1 billóncon millones de estadounidenses haciendo malabares con múltiples tarjetas y altas tasas de interés que hacen que el pago parezca imposible.
Mientras los bancos tradicionales siguen dependiendo de largos trámites burocráticos y procesos obsoletos, una nueva ola de innovadores en tecnología financiera está reconsiderando cómo deberían funcionar los préstamos. A la vanguardia de esta transformación está Pablo Kukitzdirector de tecnología y cofundador de Arriba – una empresa de tecnología financiera de rápido crecimiento que se prepara para lanzarse en los EE. UU.
La misión de Avoloan es ayudar a los usuarios a escapar de las deudas de tarjetas de crédito con intereses altos a través de una refinanciación transparente impulsada por la tecnología. Detrás de esa misión hay una aplicación móvil fácil de usar diseñada para brindar velocidad y empatía, valores que reflejan el propio enfoque de Kukitz hacia el liderazgo y la innovación.
Nos sentamos con Paul para hablar sobre su trayectoria, el próximo lanzamiento de Avoloan en EE. UU. y lo que se necesita para crear un producto que pueda transformar la vida financiera de las personas.
Paul, comencemos con lo básico: ¿qué es Avoloan y cómo funciona?
Pablo Kukitz: Avoloan es una plataforma digital que ayuda a las personas a consolidar y refinanciar la deuda de sus tarjetas de crédito en un solo préstamo con intereses más bajos. La idea es simple: en lugar de administrar múltiples tarjetas de crédito, pagos y fechas de vencimiento, los usuarios obtienen un plan único y estructurado que es más fácil de administrar y, en general, más económico.
El proceso es íntegramente online. Usted se registra, verifica sus tarjetas y obtiene una oferta personalizada en menos 30 segundos. Lo que nos hace únicos es cómo utilizamos la tecnología para simplificar algo que tradicionalmente ha sido complicado y estresante.
Nosotros diseñamos Arriba no sólo como una herramienta para la libertad financiera. Cada parte de la interfaz, desde el panel hasta el calendario de pagos, está diseñada para ayudar a los usuarios a comprender sus finanzas, no endeudarlos aún más.
¿Cómo surgió la idea de Avoloan?
Pablo Kukitz: Realmente empezó con una frustración. La deuda de tarjetas de crédito es un problema común, pero las herramientas disponibles para gestionarla son demasiado complejas o demasiado impersonales. He trabajado en software y fintech durante casi dos décadas y he notado que la innovación en este espacio ha sido relativamente escasa, lo cual es sorprendente.
Muchas personas quieren saldar sus deudas, pero necesitan estructura y asistencia. El sistema tradicional muchas veces añade presión en lugar de ofrecer soluciones. Mi cofundador y yo queríamos crear algo que le devolviera transparencia y control al usuario.
También vimos que la tecnología podía hacer que todo el proceso de refinanciación fuera más rápido, seguro e intuitivo. La idea era crear un producto que se sintiera empoderador, donde los usuarios pudieran seguir su progreso y experimentar una sensación de alivio, sabiendo que están siendo apoyados en su viaje hacia una vida libre de deudas.
Has pasado muchos años en TI antes de Avoloan. ¿En qué tipo de proyectos has trabajado?
Pablo Kukitz: Mi experiencia es en arquitectura de sistemas a gran escala y desarrollo de productos digitales. Antes de Avoloan, dirigí equipos de ingeniería en Europa y Asia Central, ayudando a crear soluciones de nivel empresarial para marcas globales como Unilever, PepsiCo y Shell.
He trabajado en todo, desde infraestructuras en la nube de alta carga hasta plataformas de datos en tiempo real y ecosistemas móviles para diversas industrias, incluidas la hotelería, el comercio minorista, el transporte marítimo y muchas otras. Al principio de mi carrera, ayudé a automatizar procesos comerciales complejos, como la conciliación de pagos, el seguimiento logístico y la integración de CRM, para empresas que operan en múltiples zonas horarias y mercados.
Esas experiencias dieron forma a mi manera de abordar las fintech hoy en día. Los sistemas a gran escala le enseñan disciplina: la seguridad, la estabilidad y la escalabilidad no son opcionales. En Avoloan, estamos aplicando el mismo rigor a nivel empresarial a la financiación al consumo, pero con la empatía y el pensamiento de diseño de una startup.

Como CTO y cofundador, ¿cuáles fueron sus principales prioridades al desarrollar la plataforma?
Pablo Kukitz: Desde el principio, quise asegurarme de que Avoloan combinara automatización inteligente con una fuerte perspectiva humana. Detrás de cada dato hay una persona que intenta mejorar su vida.
Nuestra arquitectura utiliza motores de decisión asistidos por IA que evalúan el historial de pagos, el comportamiento de gastos y la utilización del crédito en segundos. El algoritmo está diseñado para ofrecer condiciones de préstamo justas y personalizadas que tengan sentido para las personas que se han encontrado en una situación difícil, luchando con las APR más altas de la historia de Estados Unidos.
También establecimos integraciones profundas con socios financieros líderes, lo que permitió la verificación instantánea de la puntuación crediticia y el desembolso automático. Eso significa que los usuarios pueden registrarse, conectar sus tarjetas y comenzar a ahorrar en minutos, sin tener que visitar la oficina, completar numerosos formularios confusos y esperar semanas para obtener la aprobación.
La seguridad y la privacidad no eran negociables. Utilizamos API cifradas, colaboramos con proveedores de cumplimiento certificados y cumplimos con estrictas regulaciones de EE. UU. para garantizar que cada transacción sea segura.
Sin embargo, nuestra mayor prioridad es la confianza. Queremos que la gente sienta eso. Arriba está de su lado. Primero, la lanzaremos en Florida y probaremos la aplicación con una pequeña base de usuarios. Luego planeamos expandirnos a otros estados, ofreciendo cientos de préstamos cada mes.

















