Este increíble grupo de contribuyentes creativos comenzó como un llamado a los amigos y colegas de Aya en su trabajo como estratega cultural, productora y coordinadora de iniciativas de base y organizaciones sin fines de lucro, antes de convertirse en algo con un cometido mucho más amplio. Para el editor del libro era importante contar con una variedad de personajes de todas las disciplinas con los que contribuir. “Muchos de los contribuyentes al libro son palestinos, pero el resto son fuertes aliados”, dice.
Cada creador donó sus carteles para su publicación y todas las ganancias del proyecto se destinarán a Fundación Ajyaluna organización benéfica con sede en el Reino Unido que apoya la educación y la salud mental de niños afectados por la guerra y el desplazamiento, está trabajando actualmente con jóvenes en Gaza. Además de estos 77 encargos, el número también incluye tres carteles de dibujos de niños en las aulas de Gaza, con los que la Fundación Ajyal ha trabajado directamente. Además de su apoyo sobre el terreno a familias y niños desplazados, la Fundación pudo facilitar la creación de estas obras de arte como parte de su programa educativo para niños de 7 a 12 años en julio de 2025, proporcionando al aula una invitación de Aya para “dibujar símbolos de Palestina que tengan significado para ellos”.
Diseñada por Tawfiq Dawi (¡Hola Porter!), un diseñador jordano-palestino radicado en Ammán, la colección tomó su forma final con un diseño de portada inspirado en los primeros diseños de la bandera palestina y el color naranja de Jaffa; Una variedad de fruta dulce y sin semillas que conecta la tierra palestina y su gente. Este tono naranja “inmediatamente se sintió enérgico y desafiante”, dice Aya. Como edición bilingüe, se produjo tanto en árabe como en inglés, con la tipografía de caligrafía árabe del diseñador Tawfiq. kahaza (que se inspiró en los carteles de películas del antiguo Egipto) se convirtió en un elemento básico del diseño del libro, combinado con escritura en cursiva latina para las secciones escritas en inglés. El estilo de Tawfiq en el diseño editorial del libro también desafió cualquier sistema de cuadrícula tradicional o serie visual continua. Cada página está diseñada para enmarcar cada cartel individualmente, uno por uno, sin restricciones o reglas primordiales para su expresión.
Como un libro de lágrimas El amor es resistencia. “Fue diseñado como un archivo y sus carteles circulan, moviéndose a través de paredes, calles y pantallas, y su presencia se extiende más allá de sus páginas”, dice Aya. “La relación entre archivo y acción, detención y liberación, ha dado forma al proyecto desde su inicio”. El libro como objeto está diseñado para tener una especie de “doble vida: como objeto para sostener y como instrumento de movimiento”.
La estructura del libro permite que cada cartel cobre vida propia en manos de alguien nuevo o, alternativamente, contribuya a una narrativa de archivo más amplia que se mantiene internamente. Su naturaleza cambiante lo convierte, como lo llama Aya, en “un documento vivo, diseñado para mantenerse unido y desmoronarse”, concluye. “Carteles que componen El amor es resistencia. Se convierte en un registro y un acto, que nos recuerda que la visión en sí misma es una forma de resistencia.















